13 de enero de 2008

por fin solos

Una historia de amor en quince episodios... o quince historias de amor de un episodio. Por fin solos, de Cristina Peri Rossi es un abanico de amores de toda calaña, dispuestos en relatos breves cuidadosamente construidos en torno a la frase del título y al "Ni contigo ni sin ti". Quien no haya transitado por esas frases en la batalla de egos que, entre otras muchas cosas, es la pareja, podrá tirar la primera piedra. En una escapada de dos días recorrí las 158 páginas reconociendo, a ratos, algunas de las emociones que encuentro arrobadoras y otras algo escurridizas que imagino, amenazantes, a la vuelta de cualquier descuido. El resto del tiempo hice inventario de mis propias historias e historietas sin poder evitar cierta melancolía. ¿Por qué será tan difícil hallar la dosis adecuada de momentos compartidos y espacios propios? ¿Cómo equilibrar el gusto por una compañía deliciosa con el placer de la soledad elegida? Amor propio, amor de dos y de tres, amor para morder la almohada o lamer la mejilla del compañero en turno, amor para saber decir basta o conformarse con un trocito de dolor endulzado. Principios torpes o tormentosos, intermedios soporíferos o sorpresivamente apasionados, finales estrepitosos o irónicamente dulces. Y qué más da, si en esto del amor todos vamos por ahí cual heridos de guerra.

Interesante contraste si recuerdo la lectura de El amor es una droga dura, novela de Peri Rossi. En aquella ocasión hubo un par de párrafos eróticos perfectamente hechos para mi onanismo (que nadie se ofenda). Estoy en deuda con Sandra Lorenzano por acercarme a la obra de esta (y otras) autoras. Vaya esta brevísima reseña dedicada a ella cual botella al mar.

No hay comentarios: